Reparación de hormigón
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¿Por qué debemos reparar el hormigón?
El hormigón es un material que destaca por su resistencia y durabilidad. Además, es un material, que en caso de deterioro, es fácil de reparar y no conlleva costes muy elevados ni obras muy aparatosas.
Entre las razones por las que debemos reparar el hormigón destacan:
· Razones económicas: es mucho más rentable rehabilitar estructuras existentes que sustituirlas por otras nuevas.
· Cuestiones de seguridad: el deterioro de piezas críticas, como estructuras de puentes, requieren necesariamente de mantenimiento para evitar accidentes.
· Cuando el mantenimiento es inadecuado o nulo: es necesario reparar las piezas de hormigón cuando no se mantiene adecuadamente, que puede conducir a defectos estéticos o funcionales.
Tipos de reparaciones de hormigón
· Reparación estética: el elemento dañado no está afectando su capacidad mecánica. Es necesaria una rehabilitación estética en caso de que se desee recuperar la buena apariencia de una pieza de hormigón. El proceso depende de la afectación de la pieza. Para desconchones y roturas es necesario sanear la zona, volver a encofrar y unir el hormigón viejo con el nuevo con puentes de unión y resinas. Para el sellado de fisuras, el proceso implica abrir estas fisuras y sellarlas superficialmente. Se utilizan, caso de ser necesario, pastas de nivelación para un acabado muy liso, incluso con combinación de colorantes. Muchas veces es necesaria la aplicación de una capa muy finas de veladura especialmente diseñada para la pieza en cuestión para conseguir una homogeneización del hormigón de la pieza o de distintas piezas en su conjunto.
· Reparación mecánica: el daño del elemento está comprometiendo su capacidad mecánica y su funcionalidad. Entre los tipos de reparaciones posibles se encuentra la rehabilitación de la capacidad mecánica mediante morteros de reparación estructural o bien directamente la inyección de fisuras. La reparación con morteros estructurales consiste básicamente en completar o aumentar la sección transversal del elemento para restaurar o aumentar su capacidad mecánica. La inyección de fisuras consiste en inyectar una resina en todo el plano abierto de la fisura de tal forma que se selle la misma y aumente la inercia y capacidad mecánica de la sección fisurada. Impide también la entrada de agentes corrosivos al interior y consecuentemente, alarga la durabilidad de la pieza. Existen otros tipos d reparaciones para aumentar la capacidad mecánica de un elemento de hormigón que pueden incluir refuerzos de fibra de carbono o fibra de kevlar o similares, pegados con una resina en el exterior de la pieza.
· Reparación funcional: consiste en rehabilitar la funcionalidad de un hormigón no relacionada con su capacidad mecánica. Un ejemplo de ello son reparaciones para la filtración de líquidos a través del hormigón como puede ocurrir en presas de agua, barricas de vino, etc.
Procesos de deterioro del hormigón
Existen multitud de procesos que actúan sobre el hormigón, dañando piezas y estructuras. Hemos de tener en cuenta todos estos deterioros para poder paliar sus consecuencias, ya sea de forma preventiva, en el diseño de las piezas, o a posteriori, en los métodos de reparación.
Los procesos de deterioro se pueden clasificar en:
· Procesos mecánicos: acciones directas (cargas, sobrecargas, impactos, vibraciones, etc.) e indirectas (deformaciones impuestas), producidas tanto por causas naturales (agua, corriente, viento, etc.) como artificiales.
· Procesos físicos: variaciones de temperatura (interiores al hormigón durante el fraguado y ambientales durante su vida útil), variaciones de humedad, heladas, temperaturas extremas, corrientes eléctricas, erosión (por viento, oleaje, corriente de agua, etc.) y radiaciones.
· Procesos químicos: existen dos procesos corrosivos principales en el hormigón: la corrosión por cloruros y la carbonatación. Estos se producen por el contacto con el aire y otros gases, en atmósfera natural o contaminada. También por el contacto con aguas (agresivas, puras, de mar, residuales, etc.) productos químicos orgánicos e inorgánicos, ácidos, sulfatos, suelo, etc.
· Procesos biológicos: vegetación, hongos, bacterias, algas y musgos pueden causar daños mecánicos (fuerzas de expansión de raíces, etc.) o segregación de ácidos que disuelven la pasta de cemento. También pueden provocar una saturación por retención de agua con riesgo de rotura por heladas subsiguientes.
Especialistas en la reparación de hormigón
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